Jessica Morales, FSP, CDP: Defendiendo la seguridad alimentaria con pasión, esfuerzo y tradición

Jessica Morales es más que una especialista en seguridad alimentaria: es una apasionada defensora de la salud pública, una emprendedora innovadora y una orgullosa puertorriqueña cuya trayectoria, desde la cocina hasta la consultoría, se ha caracterizado por el propósito y la resiliencia.

Criada en Puerto Rico, donde la comida, la familia y la hospitalidad son pilares de la cultura, el camino de Jessica hacia la industria de alimentos y bebidas se sintió natural. Pero fue una experiencia temprana y aleccionadora con un brote de enfermedad transmitida por alimentos lo que realmente cambió su enfoque. "Afectó profundamente a un negocio local y a sus empleados", recuerda. "Era prevenible. Fue entonces cuando supe que necesitaba hacer más".

En 2006, Jessica se certificó como gerente de seguridad alimentaria. Tan solo tres años después, lanzó su propio negocio de capacitación en seguridad alimentaria, convirtiéndose en el primero en la isla en ofrecer clases y exámenes presenciales con cita previa. Su modelo innovador priorizó la personalización y la comodidad: “Cada cocina es diferente. Quería conectar con la gente en su contexto, tanto literal como figurativamente”.

El enfoque de Jessica se basa profundamente en la accesibilidad y la conexión cultural. Como instructora bilingüe que domina el inglés y el español, se asegura de que sus estudiantes comprendan no solo el qué de la seguridad alimentaria, sino también el porqué. “Ser bilingüe es una de mis herramientas más fuertes. Me abre puertas”, afirma. Una experiencia particularmente conmovedora fue la de la dueña de un food truck, abrumada por el proceso de certificación. “Revisamos el material en español, su idioma preferido, y lo aprobó. Esa certificación le dio credibilidad y ayudó a que su negocio creciera. Ese es el tipo de impacto que busco”.

Su pasión por la educación va más allá de la instrucción. Como consultora y supervisora ​​de una empresa líder en inspección sanitaria externa, Jessica conecta los requisitos regulatorios con su aplicación práctica. “El cumplimiento es importante, pero también lo es la practicidad”, explica. “Mi objetivo es que la seguridad alimentaria forme parte de la cultura de una empresa, no solo un requisito para cumplir”. La versatilidad de Jessica la ha convertido en una figura respetada en el sector, habiendo trabajado como inspectora, instructora y supervisora. Cada rol influye en el siguiente. "La inspección me muestra qué necesita mejorar. La enseñanza me permite ser parte de la solución".

Su espíritu emprendedor también la impulsó a crear conVIDA Cocktail Lounge, un espacio que fusiona su pasión por la hospitalidad con su firme compromiso con la seguridad alimentaria. "Después de 30 años en la industria, es increíblemente gratificante dirigir un negocio que representa mis valores profesionales y mi visión personal", afirma.

Unirse a la familia EduClasses® como EduProctora ha ampliado su alcance, permitiéndole ofrecer capacitación más flexible y bilingüe en todo Puerto Rico. ¿Su consejo para las aspirantes a instructoras? "Anímense, especialmente si les apasiona la educación y la salud pública. Recuerden: no solo están compartiendo información. Están forjando el futuro de la seguridad alimentaria".

De cara al futuro, Jessica está ansiosa por seguir expandiendo conVIDA y desarrollar programas que empoderen a otras mujeres en la industria hotelera. “La seguridad alimentaria va más allá de las normas: se trata de dignidad, confianza y salud comunitaria”, afirma. “Eso es lo que me motiva”.

Jessica Morales es un testimonio del poder del liderazgo con propósito. Con cada clase que imparte y cada negocio que apoya, no solo eleva los estándares, sino que construye una industria alimentaria más segura, sólida e inclusiva.